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miércoles, 5 de octubre de 2011

Un payaso frente a Dostoievski

Como venimos afirmando, los clásicos nunca mueren. Su mensaje sigue siendo válido en la sociedad actual. Prueba de ello es el artículo publicado este fin de semana en El País.



Gregor Acuña sube a escena y el público no se ríe. Esto ocurrirá, previsiblemente, el próximo miércoles en Córdoba. Una experiencia nueva para un payaso que ha trabajado con Tricicle en su formación Clownic y que desde 2006 arranca carcajadas con su propia compañía, Excéntrica Producciones. Actor, director de teatro y musicales, ayudante de dirección en óperas, profesor del Centro de las Artes Escénicas de Sevilla... este sevillano nacido en Alemania (Hamburgo, 1971) ha hecho de casi todo sobre y detrás del escenario menos enfrentarse a un texto dramático. Y para estrenarse ha elegido nada menos que El Gran Inquisidor, de Dostoievski, un cuento que el escritor ruso publicó en 1880 dentro de la novela Los hermanos Karamazov y que habla de cómo el hombre tiene tanto miedo a la libertad que se refugia en la religión para renunciar a ella.


La obra se estrenará el próximo día 12 en la Casa de Sefarad de Córdoba, donde estará hasta el 15. Dirigido por el argentino Juan Carlos Malpeli, se trata de un monólogo de una hora de duración que el autor de Crimen y castigo ubicó en la Sevilla de 1559, cuando el Gran Inquisidor gozaba de un poder casi absoluto y los herejes ardían a diario.

En ese ambiente, Dostoievski se plantea ¿Qué pasaría si Jesús volviese a la tierra y viera el imperio que la Iglesia ha levantado en su nombre? Por supuesto, la Inquisición lo habría encerrado acusándole de herejía. El monólogo es el interrogatorio que el Gran Inquisidor, Fernando de Valdés, le hace a ese que dice llamarse Jesús, quien le contesta con un desafiante silencio.

"Desde 1992 he tenido muchos monólogos en mis manos, aunque ninguno me ha atrapado como este. Ahora, a mis 41 años, siento la necesidad de contar cosas del alma y este es un texto que te abre todos los poros. Nosotros hemos trasladado la obra a la actualidad, aunque el texto, salvo pequeños recortes, permanece intacto. Vivimos tiempos de crisis, de búsqueda, tanto a nivel espiritual, como social o político. Nuestra sociedad está desolada, hay un vacío tan grande como el que retrata Dostoievski en su obra", explica el actor.

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